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Viernes, 19 de Abril de 2024
Febrero 25, 2010 > Al Bat

Monte Irvin

Por Jesús Alberto RubioMonte Irvin, quien este jueves en La Florida cumplirá los 91 años de vida, en 1942 vino a México, vio y venció.

Su historia, por demás apasionante; un orgullo de Haleburg, Alabama –el 25 de febrero de 1919–, forma parte de los Salones de la Fama del beisbol de EU, Cuba y México.

Una trayectoria en los diamantes, evocativa; una gran historia de vida.

Para el historiador Angel Encinas Blanco, ayer me lo dijo en la Sociedad Sonorense de Historia: “En la época del racismo de Ligas Mayores, a Irvin se le consideraba a sobre Jackie Robinson como el prospecto No. 1 para romper la barrera racial.

Cita que el hecho de que Branch Rickey haya seleccionado a Jackie fue porque influyeron otros factores como la manera de ser, su educación, comportamiento y ser un atleta All Star…. y  no le falló.

“Pero esto no mengua para nada la grandeza de Monte Irvin ya que al llegar a la Gran Carpa demostró el por qué en su juventud había sido catalogado como un gran potencial gigantesco”.

Sus números finalmente así lo demostraron: en Ligas Negras acumuló .345, el 16 mejor de todos los tiempos.


“Jimmy Nelson”

Fue el séptimo de diez hijos de María Elisa Herrera y Cupido Irvin. Cuando tenía ocho años, la familia se trasladó al norte de Orange, Nueva Jersey.  

Estudió en East Orange High School, donde destacó en fútbol, baloncesto, béisbol y pista y estableció el récord estatal de Nueva Jersey en lanzamiento de jabalina.

Era un todo-linebacker del Estado y se le ofreció una beca de fútbol americano de la Universidad de Michigan. Sin embargo, optó por perseguir el béisbol y aceptó una oferta de asistir a la Universidad de Lincoln en Oxford.  

En esa etapa de su vida estuvo a punto de morir debido a una enfermedad, de la que por fortuna se recuperó  de manera sorprendente.  

Así, en el 32, a sus 18 años ñp podemos ver jugando con los Newark Eagles curiosamente con el pseudónimo de  “Jimmy Nelson” como una forma de proteger su estatus de atleta estudiantil.

Debutó con Newark como shortstop, pero  Willie Wells, titular de esa posición y más tarde un hombre Salón de la Fama, le aconsejó que jugara en los jardines.

Monte pegaba para muy altos porcentajes en la Liga Nacional de Ligas Negras (NNL).

En 1939 promedió  .365, cuarto en la Liga Nacional Negra sólo por detrás de Ed Stone, "Wild Bill" Wright y Buck Leonard, que superó a Wells, quien fue 5to.

En 1940 con Newark logró porcentaje de .383 (segundo en la NNL luego de Lenny Pearson, su ex compañero de escuela secundaria); y .396 el 41, el tercer mejor del circuito.


Con los Azules de Veracruz

 Montford Merrill “Monte” Irvin, se convirtió en uno de los grandes protagonistas que en 1942 se vieron jugar en la Epoca de Oro del béisbol mexicano enfundado en los Azules de Veracruz.

Llegó firmado por Jorge Pasquel y pronto impacto con su enorme talento y capacidad, especialmente por su poder ofensivo jugando como segunda base: ganó los títulos de bateo (.397).

Fue su única campaña en la que “acabó con el cuadro” ganándose de esa forma un sitio en el Templo de los Inmortales con sede en Monterrey (1971).

En 63 partidos, anotó 74 carreras, produjo  79, recibió 50 bases, abanicó 19 veces, logró once estafas, pegó 94 hits, 17 dobles, 6 triples y 20 jonrones.

A pesar de no jugar una temporada completa, lideró la liga en jonrones y en promedio y sólo tuco cuatro carreras impulsadas menos del campeón en esa especialidad, Silvio García.

Luego, Monte tuvo un intervalo de tres años fuera del beisbol (del 43 al 45) cuando durante la II Guerra Mundial estuvo en el Servicio Militar en Europa con los ingenieros del Ejército de EU.  

Hay quienes afirman que quizá ese tiempo fuera del béisbol fue factor para que Irvin no haya sido el pionero del béisbol moderno en romper la barrera de color. 

Al concluir su servicio, en el invierno de 1945-46 jugó en Puerto Rico donde pegó .368 perdiendo el título de bateo por milésimas ante Fernando Díaz Pedrozo al sufrir una lesión en su muñeca.

Para 1946 estaba de nuevo con los Eagles logrando conectar .389 y ayudarles a ganar la Serie Mundial Negra bateando .462 ante los Monarcas de Kansas  City.

En 1947, el histórico año del debut de Jackie con los Dodgers de Brooklyn, Irvin lidereó a las Ligas Negras en jonrones e impulsadas.

Enseguida, tras terminar la temporada invernal de 1948-49 en Cuba y la primera Serie del Caribe (1949) donde pegó dos jonrones e impulsó once carreras, bateando .389 con el campeón Almendares, los Gigantes de Nueva York pagaron a Effa Manley, dueña de los Eagles $5,000 dólares por los servicios de Irvin.

Manley quiso venderlo a los Yankees, pero todavía ahí jugaban sólo peloteros blancos.

“Si Monte no hubiese sido negro, fácil habría ganado 10 mil por su contrato”, dijo aquella ocasión.

Asignado inicialmente a los Gigantes de Jersey City, AAA, donde bateó .373, debutó con los Gigantes el 8 de julio de 1949, pasando a ser (junto con Ford Smith) en el primer jugador negro en la historia de los Gigantes de NY.

Fue titular en el jardín izquierdo, aunque también jugaba en gran forma como primera, segunda y tercera… ¡un gran utility!

En 1951 fue campeón de carreras producidas (121) de la Liga Nacional; promedió .312, anotó  94 carreras, conectó 11 triples y 24 cuadrangulares.

Terminó tercero en la votación para el JMV detrás de Roy Campanella y Stan Musial.

La campaña del 51 quizá fue la mejor de todas en su estadía en ese beisbol; aquel año formó con  Hank Thompson y la primera línea de  jardineros afroamericanos en la historia de Ligas Mayores.

Luego, en octubre durante el clásico mundial ante Yankees, (perdieron en seis) además de haber sido el mejor bateador con .458, consumó  ante el pítcher Allie Reynolds espectacular robo de home en el primer inning del Juego 1, hazaña que más tarde describió como su mayor emoción en el béisbol y la cual no se registraba en el clásico desde 1928.

También empató un récord de Serie Mundial con once hits. Fue aquella serie del 51 que marcó con el equipo dirigido por Casey Stengel marcó el debut de Mickey Mantle y la despedida de Joe DiMaggio.

En la temporada del 52 fue seleccionado para el Juego de Estrellas y en la Serie Mundial de 1954 fue pieza clave para barrer en cuatro a los Indios de Cleveland y Beto Avila.

Entre el 49 y el 56, Monte vio acción en 764 juegos, pegó .293 y 99 cuadrangulares, concluyendo su carrera de ocho años en la Gran Carpa (30 de septiembre de 1956) con los Cachorros de Chicago.

Por sus impresionantes cifras en las Grandes Ligas, Ligas Independientes de Color, la Liga Mexicana, Puerto Rico, Cuba, México, y las Menores, en 1973 fue inducido al Salón de la Fama de Ligas Mayores. También fue inmortalizado en el Salón de la Fama del Béisbol de Cuba en 1997.  

Ya retirado como jugador activo, fue scout de los Mets (67-68) y luego entre 1968-1984) trabajó como relacionista público y asistente en la Oficina del Comisionado de MLB, Bowie Kuhn. Presidió en el Salón de la Fama el Comité Especial de las Ligas Negras y también se desempeñó en la Comisión de Béisbol de Veteranos.

beisrubio@gmail.com

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