Mayo 11, 2011 > Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio• Falta que sean Embajadores del beisbol
• Fernando Valenzuela Jr. ¡también lanza!
El Recinto Sagrado del beisbol mexicano se ha apuntado un cien así de grandote.
Responde con nobleza a un viejo anhelo.
Veamos de qué se trata:
El Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México ha enviado pases vitalicios a los inmortales del beisbol, para su ingreso a cualquiera de los parques de los dos circuitos más importantes de México.
El boletín oficial del Templo Sagrado señala que este logró se debe a la sinergia con los dirigentes de la Liga Mexicana de Beisbol, C. P. Plinio Escalante Bolio, y de la Mexicana del Pacífico, Lic. Omar Canizales Soto, con la anuencia, por supuesto, de los presidentes de los 22 equipos participantes en ambos circuitos.
Excelentísimo.
Se precisa: es la primera ocasión que se lleva a cabo una encomienda de esta naturaleza con la intención de brindar al menos una mínima atención a quienes engrandecieron al rey de los deportes en suelo mexicano.
En total fueron expedidas 84 credenciales entre peloteros, managers, directivos, cronistas y ampayers que han sido inmortalizados, debidamente firmadas por los presidentes de ambos circuitos.
Embajadores del beisbol
Ahora, por qué no recordar nuestra propuesta de hace un año en el marco de la ceremonia de entronización, en cuanto a que los inmortales del Recinto reciban respaldo logístico para que se conviertan en Embajadores del Beisbol Mexicano dentro y fuera del país y regiones donde residan.
Tal investidura daría a los inmortales una relevancia, reconocimiento y valor de enorme magnitud; un plus al Templo de Sagrado y en general al beisbol mexicano, sí señor.
Aquella ocasión, ante la presencia del director de esa institución, Mario Morales Salazar, dije que en los entronizados, en esa función, podrían fomentar con énfasis el interés y amor por este deporte, especialmente entre niños y jóvenes.
Ahí, mi planteamiento fue el proyectar estrategias de enlace/vinculación para que los inmortales, con el apoyo del mismo Recinto, clubes y circuitos de beisbol y dirigentes del deporte rey infantil y amateur, organicen acciones relevantes que permitan fomentar y formar nuevos públicos/nueva generación en torno a este deporte.
Podrían ofrecer charlas, conferencias, clínicas, seminarios, etc. con la presencia de niños, jóvenes, padres de familia y la crónica especializada. Incluso, montándoles alguna exposición/muestra fotográficas sobre la historia del beisbol para divulgar/difundir/fomentar/apoyar al beisbol con su ejemplo, trayectoria, consejos, valoraciones, anécdotas, conocimientos, experiencias, etc.
Así es: Un enorme objetivo que requiere de la conjunción/esfuerzos de todos: colegas cronistas, narradores, historiadores, periodistas especializados, aficionados, directivos, patrocinadores y súmele.
Y si en este marco se involucran a los inmortales del beisbol mexicano, ejemplo/modelo a seguir, especialmente por las nuevas generaciones.
Ojalá.
"Hijo de tigre, pintito".
Caray, Fernando Valenzuela (Jr), primera base, BD y dónde lo pongan con los Leones, ayer saltó a la loma al cierre de la octava ante los Diablos Rojos y en su primer trabajo abanicó a dos tirando unas curvas que ni la Olga Brisky en sus mejores tiempos. Además, porta en su espalda el No. 34 como el gran "Toro".
Bueno, y para cerrar con broche de oro, "El Torito" también pegó cuadrangular.... o sea, pues, "hijo de tigre... pintito", ¿no?
Pases vitalicios a Inmortales
• Fernando Valenzuela Jr. ¡también lanza!
El Recinto Sagrado del beisbol mexicano se ha apuntado un cien así de grandote.
Responde con nobleza a un viejo anhelo.
Veamos de qué se trata:
El Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México ha enviado pases vitalicios a los inmortales del beisbol, para su ingreso a cualquiera de los parques de los dos circuitos más importantes de México.
El boletín oficial del Templo Sagrado señala que este logró se debe a la sinergia con los dirigentes de la Liga Mexicana de Beisbol, C. P. Plinio Escalante Bolio, y de la Mexicana del Pacífico, Lic. Omar Canizales Soto, con la anuencia, por supuesto, de los presidentes de los 22 equipos participantes en ambos circuitos.
Excelentísimo.
Se precisa: es la primera ocasión que se lleva a cabo una encomienda de esta naturaleza con la intención de brindar al menos una mínima atención a quienes engrandecieron al rey de los deportes en suelo mexicano.
En total fueron expedidas 84 credenciales entre peloteros, managers, directivos, cronistas y ampayers que han sido inmortalizados, debidamente firmadas por los presidentes de ambos circuitos.
Embajadores del beisbol
Ahora, por qué no recordar nuestra propuesta de hace un año en el marco de la ceremonia de entronización, en cuanto a que los inmortales del Recinto reciban respaldo logístico para que se conviertan en Embajadores del Beisbol Mexicano dentro y fuera del país y regiones donde residan.
Tal investidura daría a los inmortales una relevancia, reconocimiento y valor de enorme magnitud; un plus al Templo de Sagrado y en general al beisbol mexicano, sí señor.
Aquella ocasión, ante la presencia del director de esa institución, Mario Morales Salazar, dije que en los entronizados, en esa función, podrían fomentar con énfasis el interés y amor por este deporte, especialmente entre niños y jóvenes.
Ahí, mi planteamiento fue el proyectar estrategias de enlace/vinculación para que los inmortales, con el apoyo del mismo Recinto, clubes y circuitos de beisbol y dirigentes del deporte rey infantil y amateur, organicen acciones relevantes que permitan fomentar y formar nuevos públicos/nueva generación en torno a este deporte.
Podrían ofrecer charlas, conferencias, clínicas, seminarios, etc. con la presencia de niños, jóvenes, padres de familia y la crónica especializada. Incluso, montándoles alguna exposición/muestra fotográficas sobre la historia del beisbol para divulgar/difundir/fomentar/apoyar al beisbol con su ejemplo, trayectoria, consejos, valoraciones, anécdotas, conocimientos, experiencias, etc.
Así es: Un enorme objetivo que requiere de la conjunción/esfuerzos de todos: colegas cronistas, narradores, historiadores, periodistas especializados, aficionados, directivos, patrocinadores y súmele.
Y si en este marco se involucran a los inmortales del beisbol mexicano, ejemplo/modelo a seguir, especialmente por las nuevas generaciones.
Ojalá.
"Hijo de tigre, pintito".
Caray, Fernando Valenzuela (Jr), primera base, BD y dónde lo pongan con los Leones, ayer saltó a la loma al cierre de la octava ante los Diablos Rojos y en su primer trabajo abanicó a dos tirando unas curvas que ni la Olga Brisky en sus mejores tiempos. Además, porta en su espalda el No. 34 como el gran "Toro".
Bueno, y para cerrar con broche de oro, "El Torito" también pegó cuadrangular.... o sea, pues, "hijo de tigre... pintito", ¿no?