Por Jesús Alberto Rubio• Rojos de Caborca, campeones de la LNM.

Antes de Leo Rodríguez, Felipe Montúfar en los 20-30´s y una década después Luis Molinero Montes de Oca, ambos inmortales del recinto Sagrado, fueron calificados en el beisbol mexicano como los mejores defensores de la tercera base.

Luego apareció en la década de los años 50´s el firmamento el orgullo de Tlahualilo y desde entonces también se le calificó de lo mejor como antesalista.

Memo Garibay que fue su primer manager con Unión Laguna de 1949 a 1953 y luego con Cananea en la Arizona-México donde el 54 fue el campeón bateador con .430.

En la LMB dejó la marca de diez años siendo campeón de fildeo entre los terceras; cinco de ellos seguidos, así como el mejor promedio global con .961 y más doubles plays con 272.

Hay que advertir algo: en Ligas Menores de EU lo ubicaron en el infield como short y ahí también demostró su gran calidad; por ello, en 1962 el mánager de los Diablos, Wilfredo Calviño lo puso en esa posición y resultó ser el campeón fildeador de la LMB con .980.

Como Lucifer, Leo tuvo enormes temporadas ofensivas: .de 1961 a 1965 pegó 361, 316, .340, .320 y .323. En 1971 se retiró pegando hit (de 2-1), para así acumular con el equipo rojo un global de .320.

El resto de su rico historial, ya se lo dije, ayer.

Faltó citar que sus vástagos, Leo y Carlos, siguieron sus pasos en la pelota profesional (Ambos jugaron con Naranjeros de Hermosillo); el segundo, llegó a Ligas Mayores con los NYY Yankees y luego con los Red Sox. Desafortunadamente una mala operación en su brazo recortó su carrera en el mejor beisbol del mundo.

Por cierto, Leo Rodríguez también resultó afectado por un pelotazo que le propinó Jorge "El Payo" Rubio (Ostioneros de Guaymas), quebrándole su muñeca izquierda, dejándolo prácticamente fuera del beisbol. Ocurrió en la temporada 1964-1965.

Aquella temporada, Leo fue mánager (media campaña) y seguía de tercera base (hasta el pelotazo); Jorge Fitch estaba en el short; Marco Antonio Manzo en segunda; Rubén Esquivias en primera y Juan de Dios Villarreal, cátcher. En los jardines, Roberto "El Tawa" Lizárraga, Andrés "El Avestruz" Rodríguez y Héctor Espino. Los lanzadores eran Miguel Sotelo, Blas Arredondo, Eusebio Elizalde, Mario "El Toche" Peláez, Horacio Solano….

Por su parte, Leo Junior destacó como un excelente fildeador y estando actualmente como coach de tercera base de los Sultanes de Monterrey. Ah, su nieto, Leo Rodríguez III, es receptor con el Águila de Veracruz.

El deceso del gran tercera base, en la madrugada del martes pasado, llegó una semana después que fue hospitalizado al caerse y darse un fuerte golpe en la cabeza.

Como homenaje póstumo y valor que encierran, debo compartirles las expresiones de nuestros amigos colaboradores en torno a la trayectoria y partida física del Leo Rodríguez:

Leo, un grande entre grandes.

Un inmortal del Recinto sagrado del beisbol mexicano.

Luis Dorticós:

Saludos, Jesús: Triste noticia sobre Leo. Con los Sugar Kings él era muy activo con los Piratas y recuerdo la temporada que tuvo con Columbus Jets 58: muy bueno fildeando, buen bate y corredor. Ahí fue compañero de Forrest Jacobs, Jim Pendleton, Paul Pettit, Gonzalo Naranjo, Howie Goss… entre otras estrellas de aquella gran época. Que Dios lo bendiga.

Cesáreo Suárez Naranjo.

Recordando a Leo Rodríguez: él vino a esta región en 1989 (otras veces, con anterioridad, también). En esa ocasión su hijo, Leo Jr., jugaba con el equipo Guacamayos de Nanchital, formado con muchos de los peloteros que se habían ido a la huelga de la ANABE –Gonzalo Villalobos, Eleno Cuén, Héctor Zamudio, Fernando Camargo, etc. – y ahí, en las gradas del parque "Francisco R. Gómez" lo entrevisté y publiqué el artículo en un diario de la localidad.

Eran fines del mes de julio. Platicamos de todo lo que había vivido en el béisbol, mucho de lo cual yo conocía, a través de los medios informativos, sobre todo el "Beisbol", "Hit","Super-Hit, etc.

En aquella entrevista, dijo que, en esos momentos, estaba enseñando a unos niños, junto con Gabriel "La Coca" Heredia, quien había sido prospecto de los Diablos Rojos, y estuvo en 1961/1962 jugando para los Millonarios de Puerto México.

Mis sinceras condolencias a sus familiares; supongo "La Coca" debe estar bastante triste, mi estimado Jesús Alberto. Saludos.

P.D. Sobre la temporada 1954, cuando ganó el título de bateo, le concedieron "El Bat de Plata" del Beisbol Organizado.

Carlos de Luna Sáenz:

Una tristeza haber estado en su velorio, pero así es la vida... seguramente están armando un trabuco en el cielo y lo requirieron.

En el Foro Sol hubo una gran ovación de los aficionados en el juego vs Monterrey; tuve la oportunidad de que Leo fuera mi entrenador en Ligas Pequeñas y de que fuera amigo de mi padre.... sentimientos que te hacen el corazón "de pasita" y no los llegas a expresar con palabras. Un abrazo.

Juan Carlos González Íñigo:

En mi juventud, mi niñez, Leo era el pelotero que personificaba lo mejor del beisbol. Cómo tercera base hoy la dimensión de las imágenes de Aurelio y Vinicio le dan mucha sombra. Aquel era un beisbol diferente, más sencillo y a la vez más rico en variables.

Leo Rodríguez, el gran Leo, de un pueblo de Durango, Tlahualillo, pegadito a Coahuila, a Torreón, lagunero. (Ahí también nació otro fuera de serie, Moi Camacho).

Representó lo mejor del beisbol que yo admiro, el pelotero dedicado, profesional. Usaba el guante con la misma habilidad que el bat.

¿Alguno de los lectores lo vio tocar la pelota? Su brazo, su fildeo, su manera de chocar la pelota. Era pues un pelotero diferente, mejor.

En la Liga Mexicana del Pacífico, manejó e hizo campeón a Hermosillo, 63-64, y se ponía de tercero en el orden, antes de Espino, el cuarto bat por excelencia. Algunos se lo criticaron, por la protección que le daba el Supermán. Cada ida al bat de Leo era para el equipo. Hoy sería un segundo bat.

En mi clasificación del mejor tercera base del beisbol mexicano, Leo no está atrás de Aurelio y Vinicio. Celerino un pequeño escalón abajo.

Dr. Carlos Rodríguez Candila:

Lic. Rubio: ojalá el Salón de la Fama no se limite a rendirle otro homenaje del que ya le ha dado. Quisiera que además le prodigue otro espacio tan grande como tu texto lo hace con más oportunidad.

Antonio Elizarrarás Corona:

Jesús: toda una pena enterarme por tu columna del deceso de Leo Rodríguez. Creo que ya te he platicado por este medio que mi primer nota periodística, totalmente escrita por mi y bajo la corrección de Rafael Reyes Nájera ("Kid Alto"), pero además como ni firma abajo de la cabeza principal, (Leo Rodríguez. Una muralla en 3a.) justamente la biografía del hijo predilecto de Tlahualilo, Durango, misma que, aunque no lo creas, me produjo algunas felicitaciones que nunca esperé

La misma apareció en la revista Safe, hija de Hit, dirigidas ambas por Ángel Fernández, ya enfundado, Leo, en la franela de los Diablos Rojos. Tiene que haber sido por allí de 1953-54. Algo así.

Y coincido totalmente con el Dr. Rodríguez Candila. El mejor de todos los tiempos, por su seriedad, por su entrega y por su seguridad de manos, cosa que lo hacían aparecer como un pelotero que con enorme facilidad, custodiaba la esquina caliente. Su guante parecía tener no cinco dedos de piel y correas, sino una aspiradora que engullía las pelotas que circulaban por su prado, con una ligereza ¡y elegancia! geniales. Y su brazo, Jesús.... una raya simplemente segura..

Una pérdida, sinceramente enorme. Descanse en paz.

¡Rojos consiguen la corona!

Alonso Valenzuela: Adán Velázquez se convirtió en héroe al conectar triple con la caja llena de escarlatas en la fatídica séptima entrada y ponerlos al frente 5 carreras por 3.

El dominicano Daniel Pérez se fajo en la lomita y no permitió respuesta de los Marineros, para darle a los Rojos de Caborca el Campeonato de la Temporada 2011 de la Liga Norte de México, denominada "Luis Carlos Joffroy Núñez".

El premio al JMV lo llevó el "Expreso Dominicano" Daniel Pérez, al darle dos victorias a los Rojos en la serie final.

Pérez entró como relevo y paró a los Marineros a partir de la sexta entrada y no permitió daño alguno, el abridor Riquy Peña de los Santos trabajó durante cinco entradas completas y permitió las 3 anotaciones de los visitantes.

El descalabro se lo llevó el zurdo Marlon Arias, en labor de relevo al inicialista Ramón Cairoz, que lanzó seis entradas y dos tercios, también lanzaron Florencio Bustillos y Francisco Luis Buttó.